Un Gobierno suficientemente grande para darte todo lo que quieres, es lo suficientemente fuerte para quitarte todo lo que tienes”. Thomas Jefferson

"NO ES CIERTO QUE EL PAÍS SE HIZO MÁS POBRE, SE HIZO MÁS INJUSTO"

Los números oficiales dicen que la desnutrición no creció, al menos todavía. El ministro admite que política y sociedad no supieron distribuir la renta y el trabajo.
Alberto Amato

Cuando se conocieron aquellas fotos dramáticas de Tucumán yo dije algo que le repito ahora: la de la desnutrición es una vieja tragedia que ahora está más iluminada. Tal vez sea mejor, porque hoy hay una conciencia social distinta. Pero es una vieja tragedia argentina. Lo primero que hizo la democracia hace veinte años fue instrumentar un programa de asistencia alimentaria. En aquellos años los chicos muertos por desnutrición eran cerca de mil por año. Pero bueno, no hay sistema político que resista mucho tiempo que en una de las mayores llanuras templadas del mundo, con una gran capacidad productiva alimentaria tengas problemas para que la gente acceda al alimento."Ministro del gobierno de Duhalde, donde Salud recobró su rango de ministerio, ministro con Kirchner, Ginés González García, 57 años, médico, cirujano, sanitarista, maneja un presupuesto anual cercano a los mil millones de pesos si se le suman los créditos internacionales. Con un lenguaje llano y preciso como el bisturí que alguna vez usó, elabora un diagnóstico del hambre.—La organización político institucional no garantiza el acceso al alimento y tampoco al medicamento. El mercado no lo garantiza. Si tenés un país que hoy tiene el cincuenta y siete por ciento de pobres... ¿En qué gasta plata un pobre? Primero, en alimento. Después, en medicamentos. Si a esa gente les reducís el ingreso, esa reducción se produce sobre el alimento. Por eso hay programas tan redistributivos de dinero y de alimentos. Lo que pasa es que, en estos casos, nadie mira lo que no pasó. Todos vemos que todavía queda algo por resolver. Pero no miramos cuánto significaron las políticas activas de Estado en los últimos dos años para resolver este problema.Según las cifras del Ministerio de Salud, que este año hizo un relevamiento nutricional que no se hacía desde 1996, la desnutrición en chicos de 0 a 5 años se mantiene estable en niveles parecidos a los de hace siete años. El lenguaje técnico referido a las conclusiones de ese estudio, sin embargo, no puede eludir un toque de alarma "La situación de mayor pobreza todavía (destacado en el informe) no ha incidido en el estado nutricional medido por indicadores antropométricos, (que ya identifican daño).—En general la primera causa de enfermedad es la pobreza, no es sólo la desnutrición. Yo trato de tener un pensamiento equilibrado entre lo que piensa la derecha, que dice que pobres hubo siempre y tiene que haber, y lo que dice la izquierda, que hay que hacer la revolución y redistribuir la renta. Entre un pensamiento de hijos de puta y otro de románticos que en realidad no cambian nada, yo creo en una política activa de Estado. Vamos a lo concreto. Lo mas dramático es la desnutrición aguda, que es una desnutrición secundaria. Hablo de un chico que, desnutrido o no, por alguna malformación o por parálisis cerebral no puede comer. Esos son los casos que yo he visto de desnutrición aguda. Hay otra, que es crónica, que se manifiesta básicamente en la talla y en las otras características que le habrán dicho: menos capacidad intelectual, menos nivel educativo. Hay muchos programas de Estado vinculados a compensar estos terribles desajustes. Nosotros gastamos cien millones de pesos anuales en once millones de kilos de leche para distribuir en todo el país. Pero hay una falla del sistema político y de la organización social. Eso es evidente. No pudiste distribuir ni la renta ni el trabajo para todos.—Pero sus colegas médicos dicen que esos planes sólo son parches sobre parches.—Sí. Pero no es lo mismo un parche de once millones de kilos de leche que no leche. Ya sé que uno quisiera cambiar la sociedad y que todos fuésemos iguales. Pero el mundo se hizo más injusto. Y la Argentina también. No es cierto que en la década del 90 nos empobrecimos. El problema es que nos hicimos más injustos. El mundo creyó que el mercado era mejor organizador y mejor distribuidor de las diferencias sociales. Y dejó en manos del mercado la ideología de los últimos quince años. Hoy hay que hacer una política de Estado activísima para poder compensar esa brutalidad. Y no es solamente una caja de alimentos.

http://www.clarin.com/diario/2003/11/17/s-03001.htm